Me encanta improvisar cocinando. Puede salir mal, puede salir bien, ¡nunca se sabe! Hoy he decidido jugármela y aprovechar algunos de los ingredientes que sobraron de la pizza de brócoli y crear un plato de pasta diferente con espinacas.
Con esta receta sale un plato de pasta super cremoso y fresquito, perfecto para el verano, y encima sanísimo y delicioso. Añadir que esta crema de espinacas se puede añadir no sólo a la pasta, por ejemplo untada en pan es PERFECTA también.
Ingredientes
- Pasta (cualquiera vale, yo he utilizado tagliatele)
- Espinacas
- Picatostes de pan (para que salga una crema crujiente)
- Frutos secos (al gusto, en mi caso, almendras. En caso de alergia, se pueden añadir más picatostes)
- Maíz
- Kéfir (líquido, sustituible por yogur griego) Esto es lo que le dará la consistencia de crema.
Preparación
- Primero prepararemos la crema con un procesador de alimentos/picadora. Añadimos los picatostes, los frutos secos, las espinacas y el maíz.
- Tras triturarlo todo bien incorporamos el kéfir y volvemos a mezclarlo todo bien.
- A continuación cocemos la pasta. En caso de duda sobre el tiempo de cocción, consultar con el paquete, cada pasta es distinta.
- Después de dejar enfriar la pasta, añadimos la crema de espinacas y las semillas chía, y ¡ya está! Listo para comer.
¡Qué aproveche, amigos!
PD: A partir de la semana que viene mis posts serán los lunes y jueves, un día dedicado a receta y otro a información sobre la nutrición, así que, ¡estad atentos porque el lunes habrá nuevo post!
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